Motley Crue pasó de héroes a ceros a los ojos del público en general cuando lanzaron su álbum autotitulado en 1994. No importaba que los antiguos titanes del glam-metal hubieran adoptado un nuevo sonido atrevido y pesado para entrar en la siguiente década: Motley Crue seguía estando condenado al fracaso.
Los reyes del Sunset Strip habían encabezado las listas de éxitos con su anterior álbum, Dr. Feelgood, de 1989, que vendió 6 millones de copias y generó éxitos como «Kickstart My Heart«, «Without You» y el potente tema principal.
Pero los buenos tiempos se interrumpieron cuando Vince Neil abandonó la banda en 1992, dejando a los miembros restantes de Motley Crue -el bajista Nikki Sixx, el batería Tommy Lee y el guitarrista Mick Mars– luchando por encontrar un nuevo cantante. Reclutaron a John Corabi, ex miembro de Scream y Angora, para que se hiciera cargo de las tareas de cantante. La voz bluesera y arenosa de Corabi y sus habilidades como guitarrista añadieron un nuevo elemento al sonido de Motley Crue, ayudándoles a adaptarse a la revolución del grunge y el rock alternativo. Pero los fans no compartían su entusiasmo.
Motley Crue se convirtió en el álbum más vendido de la banda hasta la fecha, y su gira de presentación hizo que el grupo pasara de los estadios a los clubes y teatros.
Aunque Motley Crue estaba condenado a fracasar comercialmente, es un triunfo creativo, con algunas de las canciones más pesadas e inventivas de la banda hasta la fecha.
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